lunes, 30 de septiembre de 2013

Tomates rellenos gratinados con mozzarella



Los fines de semana suelo hacer excesos en mi alimentación, creo que eso nos pasa a todos, y cómo tengo más tiempo para cocinar preparo comidas más elaboradas y abuso un poco de dulces y otros caprichos hipercalóricos.
Durante la semana hay que intentar compensar esos excesos y la receta que os propongo hoy no sólo está buenísima, que lo está, sino que es muy baja en grasas, muy completa a nivel nutricional y nos resuelve una cena en apenas 25 minutos. 

viernes, 27 de septiembre de 2013

Bacalao en témpura con escalivada

Hoy traigo dos recetas en una, la escalivada es una ensalada de verduras asadas típica de Cataluña, Aragón y Valencia, aunque aquí en Murcia también se hace mucho pero no le llamamos escalivada.
La que yo he preparado no es exactamente una escalivada, porque no le he puesto tomate asado y sólo lleva pimientos, berenjena y cebolla. Preparo muy  a menudo esta ensalada, además se puede hacer una gran cantidad y congelarla, así sólo tenemos que sacarla cuando la necesitemos.


Me gusta especialmente para acompañar pescados, también combina bien con algunos quesos gratinados como el de cabra. Hay quien le gusta ponerle un poco de ajo crudo a láminas. Yo en esta ocasión le puse unas láminas de pepinillos, porque me gusta el contraste ácido del encurtido junto con el dulzor propio de esta ensalada.


Y cómo ya os he comentado que me gusta con pescado, tenía unos lomos de bacalao desalado y preparé una témpura con ellos. La témpura que tan de moda está ahora es un rebozado típico de la cocina japonesa, según la costumbre nipona la pieza a cocinar no debe ser superior a un bocado por aquello de comerlo con los palillos y no debe freír más de 3 minutos. Es un rebozado que hay que utilizarlo al momento, no se debe reposar. Aunque hoy en día se comercializan varias harinas especiales para témpura, realmente sólo necesita agua helada y harina. Es un rebozado crujiente, no debe quedar aceitoso y no debe coger color más allá de un doradito superficial.

Ingredientes

2Pimientos rojos
1 berenjena
1 Cebolla
5 Pepinillos pequeños
Bacalao desalado
Agua
Harina
Sal
Aceite oliva

Meterse en faena

Comenzamos asando la verdura, esto se puede hacer el día de antes, a mí personalmente la escalibada me gusta fría, en caliente no me agrada tomarla. En una placa de horno ponemos los pimientos lavados, la cebolla a la que habremos quitado las pieles externas más duras y la berenjena partida a lo largo a la que habremos hecho unos cortes en forma de rombo (la colocamos con la piel hacia arriba). Sazonamos con un leve polvo de sal y unas gotas de aceite de oliva y metemos al horno, precalentado a 180ºC, durante unos 30 minutos. Conviene darle la vuelta a mitad de horneado, cuando la verdura este blandita, sacamos en un bol, la cebolla necesitará 10 minutos más puesto que es más dura.

Una vez tengamos toda la verdura asada y todavía caliente metemos  el bol en  una bolsa de plástico y anudamos, para que sude y suelte mejor la piel. Una vez frías pelamos (yo dejé la berenjena sin pelar porque me gusta así), quitamos las briznas y partimos a tiras toda la verdura, aliñamos con aceite de oliva, sal y un poco del jugo que hayan soltado. En nuestra receta le pondremos también los pepinillos partidos a láminas muy finas. Reservamos en el frigorífico.

Para hacer la témpura sólo necesitamos agua helada y harina, yo puse un pequeño bol de agua en el congelador y cuando comenzó a cristalizar lo saqué y añadí harina. La témpura debe recubrir bien el alimento que vayamos a cocinar pero no debe ser excesivamente espesa, si no quedaría como una masa y no es eso lo que buscamos.

Troceamos los lomos de bacalao a tamaño de bocado, use bacalao desalado congelado, suelta mucha agua por lo que lo tuve en una escurridera y luego le pasé  papel absorbente de cocina para secarlo.
Ponemos abundante aceite de oliva a calentar y pasamos el bacalao por la témpura y freímos en aceite bien caliente.

Colocamos las escalivada en el fondo de una fuente y encima el bacalao en témpura.
Es un plato muy sano y realmente buenísimo, espero que os guste esta entrada.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Visto en...

La entrada de hoy no es ninguna receta pero si voy a hablar de recetas. Me doy cuenta que muchísimas veces, al visitar otros blogs y hablar con sus autores, me paso la vida diciendo, me lo apunto….

Y lo digo de corazón, veo recetas que me interesan muchísimo, algunas sencillas, otras más complicadas, dulces, saladas…Y cuando las veo ahí, en el blog de sus autores, con sus fotos y su explicación tan bien dada me dan unas ganas enormes de dar un bocado a la pantalla y muchas veces cierro la ventana del blog en cuestión con un antojo horroroso.

Foto  http://www.ojodigital.com/foro
Pero….pasa un día, pasan dos, pasan tres….Y en el pasar y pasar de los días, el que pasa es el antojo y mi lista de recetas pendientes va en aumento y me doy cuenta que luego nunca hago esas recetas que me parecieron tan maravillosas, que me apetecieron tanto y no lo hago por la propia rutina que a veces llevo de hacer las cosas a mi modo, porque a veces me apetece hacerlas impulsivamente y no tengo los ingredientes y otras olvido dónde leí la receta y en fin, que mi cabeza es un caos a veces.
Y como en este mundo de los blogs de cocina lo que hay son muchos retos colectivos, voy a hacer un reto personal, conmigo misma, porque si no es de esta manera a  esa lista de maravillosas recetas pendientes jamás le haré su correspondiente tachón y siempre tendré en el tintero más proyectos en el aire que concluidos.

Me propongo una vez a la quincena  publicar una receta que haya visto en otro blog, procuraré ser lo más fiel a la receta original, por supuestísimo que el blog del que haya sacado la receta tendrá su lugar de honor en la entrada y lo único que le voy a exigir a la receta que cocine es que cuando la vi pensé “esto tengo que hacerlo”.
Foto de http://www.chocablog.com/
A mis amigos autores de blogs de cocina os aviso por si empezáis a ver algunas de vuestras recetas publicadas en Bienmesabe, me apetece ponerme un objetivo quincenal  y a la vez reconoceros el trabajo que hacéis, no os conozco en persona pero compartimos una misma pasión y tengo ganas que en mi blog estén vuestras recetas, las que he comentado y siempre me quedé con ganas de comerme un cachito.
Y si alguien más está en la misma situación que yo y le parece interesante rendir quincenalmente homenaje a otros blogs, pues que se apunte a esta iniciativa, no hay requisitos, ni concursos, ni premios, sólo ponerse de objetivo cocinar algo que le viste a otro compañero y te quedaste con el antojo y mantener ese propósito en el tiempo.
Avisados estáis, dentro de muy poquito comenzaré mi sección “Visto en…”.


miércoles, 25 de septiembre de 2013

Pan de molde con miel


He de reconocer que ésta no era la entrada que tenía pensada para hoy, pero esta mañana he encendido la panificadora, sin tener una clara idea del pan que iba a hacer. Hasta que me he encontrado curioseando por internet el  Bloc de Recetas de Salomé y me he quedado prendada de la cantidad de panes que tiene y lo bien que lo explica. Si alguno de vosotros está interesado en el tema del pan os aconsejo que la visitéis que seguro que os aclara muchas cosas, yo no conocía ese blog y desde ya me he hecho muy fan.

Le he hecho dos leves modificaciones a su receta, he usado aceite de oliva en vez de girasol y leche entera en vez de semidesnatada. También he enrollado el pan de manera diferente (yo es que voy siempre a mi aire, ya os lo he dicho).

En las fotos veréis que el pan está más moreno por abajo que por arriba, eso ha sido fallo mío, he escogido un tipo de horneado medio y por eso quedó más dorado por un lado que por otro. No pasa nada, el pan está buenísimo, sabe a pan de molde pero sin ese regusto a industrial, la miga es esponjosa y en casa nos ha encantado.

Ingredientes

150 Gramos de agua
150 gramos de leche entera
2 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharadas de miel
500 gramos de harina de trigo de fuerza
1 y ½ cucharaditas de sal fina
15 gramos de levadura fresca

Meterse en faena

Sacamos la cubeta de la panificadora, le ajustamos las cuchillas y le incorporamos los ingredientes en el orden que están descritos.
Encajamos la cubeta en la panificadora, cerramos la tapa y seleccionamos programa 1 si deseamos un pan más compacto (es el que yo he hecho) o programa 2 si deseamos un pan con miga más ligera y corteza más blandita.
Seleccionamos el peso (750 gramos) y el tipo de horneado, yo he escogido horneado medio.

Hay que ir observando la masa, si quedan restos de masa adheridas a las paredes debemos recogerlas con una pala de silicona, si la masa estuviera demasiado líquida hay que añadir un poco de harina durante el segundo amasado hasta que tenga una consistencia más firme aunque un poco pegajosa. Si la masa está muy seca hay que añadirle una cucharadita de agua.

Que la masa esté más o menos seca depende de la sequedad de la harina, con las mismas cantidades pero harinas más o menos húmedas nos dará un resultado diferente. Sólo hay que vigilar un poco la masa para comprobar que ni es muy húmeda ni muy seca, no es complicado.

Cuando acabe el segundo levado podemos dejar que se concluya el programa así y hornear el pan tal cual (es conveniente retirar las cuchillas de amasado ayudándonos con el gancho que trae la panificadora específico para esa tarea) o bien parar la máquina  y retirar la masa de la cubeta sobre una superficie enharinada. Yo he retirado la masa y he aprovechado para quitarle las cuchillas, si no se sacan, el pan horneará con ellas. He doblado la masa de un extremo a la mitad y del otro también, y la he girado y he repetido la operación, dándole una forma más o menos cuadrada. Esta masa es un poco pegajosa por eso es conveniente coger la masa por abajo, que es dónde estará impregnada de harina.Yo he dejado la parte que cierra la masa hacia arriba porque quería ver si el pan cogía una forma más rústica y que no saliera tan uniforme como los panes de molde industriales.

Limpiamos la cubeta de restos de masa que pudiera tener, y depositamos la masa dentro, arrancamos de nuevo la máquina y dejamos que hornee hasta que finalice el programa, nos avisará con una serie de pitidos.

Con ayuda de unos guantes de horno sacamos la cubeta de la máquina y volteamos para que caiga el pan, giramos las ruedas que hay debajo de la cubeta para ayudar a soltar el pan más fácilmente. Dejamos sobre una rejilla para que enfríe completamente.

Y ya lo tenemos listo para comer, sano y sencillo, la máquina lo hace casi todo por nosotros.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Galletas de chocolate con avellanas y nueces




Para darle la bienvenida al otoño había pensado preparar una entrada acorde con la nueva estación, pero al menos en Murcia las temperaturas nos siguen recordando al verano. Por eso he optado por hornear unas galletas con frutos secos, ya que las  avellanas y nueces más otoñales no pueden ser.
La receta se la he cogido prestada a  Eva Arguiñano cuando la leí supe que algún día las haría y ese día ha llegado.

Le he hecho una leve modificación a la receta original, ella usa avellanas, nueces y almendras, pero yo he prescindido de las almendras.


No os podéis imaginar el olor tan maravilloso que desprenden estas galletas recién horneadas, son facilísimas de hacer y la receta da para unas 16 unidades, siendo ideal para las familias con pocos miembros, si se quiere hacer más cantidad sólo hay que ir multiplicando las cantidades.
A mí me han salido 14 unidades, pero porque he hecho algunas más grandes y otras chiquititas para matar algún capricho incontrolable.


Ingredientes para 16 unidades

1 Huevo
50 Gramos azúcar moreno
50 Gramos mantequilla
85 gramos harina
25 gramos de avellanas
25 gramos de nueces
50 gramos de chocolate para fundir

Meterse en faena

Cascamos el huevo y lo ponemos en un bol junto con el azúcar moreno, con las varillas eléctricas batimos enérgicamente hasta que aumenten bien su volumen. Incorporamos la mantequilla a punto de pomada y batimos muy bien para integrarla.

Picamos los frutos secos, yo he usado la picadora y los he dejado a trocitos pequeños, no hay que pulverizarlos. Hacemos lo mismo con el chocolate (yo usé gotas de chocolate). Ponemos frutos secos, chocolate y harina en el bol y con una pala haciendo movimientos envolventes integramos bien.
Picamos los frutos secos

Picamos también el chocolate

Aspecto final de la masa. Denso pero blandito.

Conseguiremos una masa densa pero blanda.

Preparamos una placa de horno cubriéndola con papel de hornear. Cogemos con las manos pequeños montoncitos, intentamos darle forma redondeada y dejamos sobre el papel y aplastamos ligeramente con las manos para formar las galletas, dejándolas de ½ centímetro de grosor aproximadamente.
Horno precalentado a 180ªC, horneamos durante 15 minutos. Al sacarlas del horno colocamos sobre una rejilla hasta que enfríen completamente.


Están deliciosas, muy crujientes y le destaca mucho el sabor de los frutos secos y el chocolate. Me he enamorado de estas galletas, cachis.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Tagliatelle con champiñones, bacon y tomate

Hay platos que no sé muy bien cómo llamar, he estado leyendo por aquí y por allí a ver si descubría si existía una salsa con estos ingredientes que tuviera un nombre propio, pero al menos yo no la he encontrado.

No me ha quedado más remedio que ponerle a la entrada este nombre tan largo desgranando uno por uno los ingredientes principales, que por otro lado da una idea clarísima de qué va la receta. Si alguno de los ingredientes no os gusta dejar de leer ya, que estoy advirtiendo que hoy la entrada va de pasta, tomates, bacon y champiñones.

Si os digo la verdad yo me iba a quedar en una receta que hago a menudo de salsa de tomate con unos champiñones que me gusta mucho para la pasta tipo tagliatelle o espagueti, pero al abrir el frigorífico para coger los champiñones me he dado de bruces con un paquete de bacon al que solo le quedaban dos lonchas y que me miraba con cara de ¿no me irás a dejar aquí?. Y me he dicho, pues a la sartén. 

Nos ha gustado mucho el resultado, la receta es muy sencilla y el bacon ahumado le da una intensidad muy especial, y eso que sólo llevaba dos lonchitas de nada.

Ingredientes

180 gramos de tagliatelle
1 cebolla tierna
1 diente de ajo
2 lonchas bacon ahumado
3 champiñones
1 lata de 480 gramos de tomate troceado o de pera
Aceite de oliva
Agua
Sal
Parmesano rallado
Azúcar

Meterse en faena

Picamos la cebolla tierna y el diente de ajo muy finamente y lo ponemos a rehogar en 3 cucharadas de aceite de oliva con un poco de sal para que sude, cuando la cebolla comience a dorar le añadimos las lonchas de bacon partidas a tiritas. 

Dejamos que el bacon coja un poco de color y le incorporamos los champiñones limpios y fileteados,  cocinamos hasta que el champiñón pierda rigidez y entonces le ponemos la lata de tomate y dejamos hervir lentamente, sin ninguna prisa. A mitad de cocción probamos y si el tomate estuviera muy ácido le ponemos unas cucharadita de azúcar para matarle la acidez. Hacia el final de la cocción rectificamos de sal. El tomate deberá cocinar durante unos 30 ó 40 minutos.

Cocemos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante.

Un día viendo un programa de Jamie Oliver, él dijo que para que la pasta salga realmente buena, siempre hay que añadir a la salsa un poco de agua de la cocción de la pasta, pues yo que soy muy bien mandada lo he hecho. La salsa ha quedado más suelta, menos densa, me ha gustado mucho el consejo.

Escurrimos la pasta, ponemos la salsa por encima y rematamos con un poco de parmesano rallado.
Sencillo y buenísimo ¿para qué complicarse más?



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